Decidí poner un disco de la banda que me marcaría un año atrás con su primer disco; con éste, con "Muerte o gloria" el sonido era más duro pero sin renunciar a las baladas donde se movían como pez en el agua, por ello y por sus letras en castellano Rock'n'Bordes se habían convertido en una de mis bandas más escuchadas de 1990.
Bom bo bo bom, bo bo bom... recuerdo tanto aquel verano que pasó... miraba la portada del disco y susurraba, y la puerta y el maldito niño que volvía a jugar a la calle me asustó de tal forma que incluso la aguja saltó con violencia cambiando de surco, me sobresalté y no sólo ella había resbalado por el vinilo, alguien gritaba mi nombre, él gritaba mi nombre. Me requería en el escenario, Rockin' Pauly me llamó para cantar. Al subir quise abrazarle como si pasado y presente fuesen una quimera, pero sólo abrí los ojos. Reconocí a mi gente en primera fila, pero qué demonios, eso era un escenario y yo sólo tenía quince años y hace nada estaba en la casa de uan chica con vestido y calcetines blancos doblados.
Sonaron acordes conocidos y me lancé ... bom bo bo bom, bo bo bom... Se me erizó la carne y grité con fuerza, y toda mi vida pasó por mi cabeza.
Acabó la canción, me bebí una cerveza al trago y corrí al baño, ¿qué pasaba?. El espejo escupía una cara adulta, un rio de arrugas enfrentadas por llenar a la playa de mi ojo pero la misma emoción que cuando cantaba "Recuerdos" a aquella adolescente que hoy pasea a sus hijos casi sin mirarme.
He vuelto a las calles de entonces y sólo algo mágico lo hizo posible. Un corazón enorme como su pecho. Gracias maestro, gracias Pauly.


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