Ayer volví a un estudio de grabación, llevaba bajo el brazo viejas canciones, pistas inacabadas, muchas ilusiones y la certeza de que si no lo haces tú, nadie lo va a hacer por tí.Me siento como un capitán del viejo barco buscando un nuevo continente aún sin saberlo, con un mar brabucón que pone en peligro cada centímetro de eslora y una tripulación en la proa amotinada. Me siento como un mediador hasta que la fiereza del oceano impide tal función y decides tomar el timón y mandar por la pasarela a los amotinados (rumbo al segundo tiburón a la derecha).
Entré en el estudio y me encontré con Pablo Moro, va a participar en el proyecto y su presencia me transmitió paz, hablamos y con el técnico de sonido escuchamos un tema al azar de los que saldrán publicados. Vi a mis jinetes galopar al ritmo de la canción, no a los del apocalipsis, el fin está lejos, esto es sólo el inicio. Mis jinetes me decían: "es por aquí... ven"

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